Universidad Politécnica de Madrid Universidad Politécnica de Madrid

Escuela Técnica Superior de Ingeniería
Agronómica, Alimentaria y de Biosistemas

La subida del precio de los fertilizantes amenaza los cultivos en España

El profesor del departamento de Química y Tecnología de Alimentos de la ETSIAAB, Alberto Sanz Cobeña, habla en este artículo sobre el coste de los fertilizantes, que se ha incrementado un 110% por el elevado precio del gas natural.


10-11-2022

Europa está pasando por una crisis de fertilizantes sintéticos que amenaza a la agricultura en todo el continente. El elevado coste de la energía está provocando una subida del precio de los fertilizantes, fundamentales para muchos cultivos en España, y el posible desabastecimiento ya preocupa a la Comisión Europea.

Bruselas lleva meses discutiendo esta cuestión. Lo que más inquieta ahora es la falta de 'fertilizantes nitrogenados' [un tipo de fertilizante sintético], ya que “la mitad de las plantas de producción” están “paradas” o producen por debajo “de lo habitual”, como explicó el ministro de Agricultura, Luis Planas, en un foro en Huesca el 19 de octubre.

Te explicamos por qué se está encareciendo el precio de los fertilizantes y qué consecuencias puede tener para los agricultores españoles.



El coste del gas natural ha provocado una subida del precio de los fertilizantes de un 110% desde 2019

El frenazo de la fabricación de fertilizantes nitrogenados ya se está notando en gran parte del mundo. “La guerra en Ucrania, los altos precios de la energía y las políticas comerciales restrictivas han provocado una disminución de la oferta de fertilizantes y el aumento de los precios”, como explica el Banco Mundial.

Por un lado, “el elevado precio del gas natural” ha encarecido “el proceso de producción” de los fertilizantes sintéticos, especialmente los nitrogenados (los que más se consumen, según Eurostat), ya que las fábricas suelen emplear este tipo de energía para poder elaborarlos, como explica a Juan Pardo, presidente de la Asociación Comercial Española de Fertilizantes (ACEFER).

“Este tipo de fertilizantes tienen como base el amonio, [un compuesto] que se obtiene mediante el proceso del Haber-Bosch, que es la síntesis de amonio a partir de nitrógeno del aire a altas temperaturas y altas presiones, y para eso se necesita gas natural. Al encarecerse esa energía, estamos ante una tormenta perfecta”, explica Alberto Sanz, profesor de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agrónomica, Alimentaria y de Biosistemas (ETSIAAB) de Madrid.

Tanto es así, que “el precio de los fertilizantes ha subido un 110% con respecto a 2019, a pesar de la bajada que se ha observado durante el verano en los mercados internacionales”, como analiza en su último informe de previsiones sobre el mercado agrícola la Dirección General de Agricultura y Desarrollo Rural (organismo dependiente de la Comisión Europea).




El 70% de la producción de amoníaco para fertilizantes nitrogenados está paralizada desde agosto

Ante la escalada de los precios de la energía, lo que han hecho muchas de las fábricas de amonio ha sido “cesar o reducir” la producción, como explica el informe de la Comisión. Así lo anunciaron a lo largo del último año varias empresas en Noruega, Polonia o Reino Unido, según Forbes. “Ante las perspectivas de no vender, han ralentizado o parado todo el proceso”, como explica Javier Alejandre, miembro del gabinete técnico de UPA (la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos).

Esto se ha traducido en una reducción importante de la producción: “La industria europea de fertilizantes se enfrenta a una crisis sin precedentes, ya que los altísimos precios del gas han obligado a paralizar cerca del 70% de la producción europea de amoníaco desde agosto”, como alertan desde la asociación europea de fabricantes de fertilizantes Fertilizers Europe.

España sigue dependiendo del mercado internacional de fertilizantes

Este descenso en la fabricación de fertilizantes a nivel europeo está haciendo que “la oferta” de estos productos “en la UE sea inferior a la de años anteriores”, como denuncia el presidente de la Asociación Nacional de Fabricantes de Fertilizantes (ANFFE). “Esto está teniendo un impacto muy severo en el mercado y puede poner en peligro la disponibilidad en Europa de unos productos que son esenciales para el sector agroalimentario”, además de “incrementar nuestra dependencia de países terceros”, según la asociación.

En España, “tenemos una industria fertilizante razonablemente fuerte y moderna”, como apunta el presidente de la Asociación Comercial Española de Fertilizantes, y tenemos un grado de autosuficiencia que ronda el 80% (seríamos capaces de autoabastecernos en gran medida), aunque, en la práctica, la fabricación local cubre solo una pequeña parte de lo que se demanda y el resto se exporta (de manera que seguimos dependiendo de las importaciones).

Además, aunque “la agricultura dominante tanto en España como en el resto de Europa depende de los fertilizantes sintéticos, el caso español tiene una serie de particularidades: la mayor parte de nuestra agricultura es de secano, que se fertiliza menos que el regadío (por lo que se necesita menos fertilizante nitrogenado), y en nuestros suelos hay una reserva de nitrógeno importante de años anteriores [que se puede aprovechar]”, como especifica Alberto Sanz.



Sin embargo, la invasión de Ucrania también ha recrudecido el problema: tanto Moscú como Kiev “son grandes exportadores mundiales de cereales, aceites y fertilizantes” y el campo español, que es “deficitario” en ese sentido, se nutre también del mercado ruso, como explican en su análisis sectorial desde CaixaBank Research. En 2020, Rusia cubrió el 3,7% de las importaciones totales de España, convirtiéndose así en su décimo proveedor de fertilizantes, aunque seguimos recibiendo más producto de Marruecos (13,9%), Bélgica (10,7%) o Portugal (8%), según el estudio.


¿Qué consecuencias tiene para el campo español la subida de precios de los fertilizantes?

De momento, “los agricultores están siendo prudentes a la hora de planificar sus siembras, porque todavía no se sabe qué alcance puede tener [el alza de precios], o están diversificando las producciones hacia cultivos que necesiten menos fertilizante como el girasol o las leguminosas”, apunta Alejandre, del gabinete técnico de UPA.

Además, “cada vez hay más zonas que se están considerando vulnerables a la contaminación por nitratos de origen agrario [como ocurrió con el Mar Menor]”, asegura Alejandro Pérez, catedrático del Departamento de Ingeniería Agrónoma de la Universidad Politécnica de Cartagena. Por eso, la Comisión Europea ya ha decidido limitar el uso de fertilizantes sintéticos a la mitad para 2030.


Este artículo fue publicado originalmente en ‘Newtral’.