Universidad Politécnica de Madrid Universidad Politécnica de Madrid

Escuela Técnica Superior de Ingeniería
Agronómica, Alimentaria y de Biosistemas

“Nuestro marco regulatorio del agua es el más avanzado del mundo, pero hace falta una aplicación más estricta”

Entrevista al catedrático de la ETSIAAB Alberto Garrido, director del Observatorio del Agua de la Fundación Botín, laboratorio de ideas premiado por la UPM.

08-02-2021

Alberto Garrido, catedrático de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica, Alimentaria y de Biosistemas (ETSIAAB), es el director del Observatorio del Agua de la Fundación Botín. Este laboratorio de ideas enfocado a la innovación en la gestión de los recursos hídricos ha sido distinguido recientemente por la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) con el Premio Partenariado Público-Privado de Cooperación para los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Garrido, quien también desempeña el cargo de vicerrector de Calidad y Eficiencia de la UPM, reconoce que el calentamiento global viene a dificultar la siempre problemática administración de un bien tan preciado y señala la depuración de las aguas residuales como una de las tareas más necesarias de mejorar en España.

¿Cuáles son las principales actividades que desarrolla el Observatorio del Agua?

El Observatorio del Agua, creado en 2009, es un think tank de excelencia que contribuye a la mejora de la gestión del agua en España y otros países, generando conocimiento, sirviendo de plataforma para el diálogo y promoviendo la involucración de la sociedad en esa mejora. Conscientes de que el conocimiento científico no basta para cambiar las cosas, intentamos influir en la percepción que tienen los ciudadanos, la sociedad civil, las empresas y las administraciones, divulgando el conocimiento y creando espacios y experiencias innovadoras que inspiren y transmitan valores en favor de la conservación ambiental. Además, la UPM ha sido parte del Observatorio del Agua desde su nacimiento y por él han pasado muchos de nuestros estudiantes de máster y doctorado.


¿Es un bien escaso el agua como estamos acostumbrados a escuchar o un recurso mal gestionado? ¿O ambas cosas?

Sin duda que es un bien escaso en España y en prácticamente todos los lugares del mundo con altas densidades de población. Incluso en la España húmeda, podemos encontrar numerosos casos de competencia por el agua entre usuarios diferentes. Y aun cuando todas las demandas se satisfacen, hemos comprobado que difícilmente se cumple el régimen de caudales de los ríos que marca la ley. Yo no diría que está mal gestionado, creo que gestionamos mejor que en el pasado, pero los problemas se multiplican y agravan por los efectos del calentamiento global y, en España, por una deficiente e insuficiente depuración de aguas residuales.



Alberto Garrido.

¿Cuál sería el modelo óptimo de gestión del agua en España? ¿El marco regulatorio es el adecuado?

El modelo óptimo es el que funciona, y de eso tenemos buenos ejemplos en España. Y esos ejemplos surgen al amparo del marco regulatorio que emana de la correspondiente directiva comunitaria, la llamada Directiva Marco del Agua, aprobada en 2000. Por tanto, el marco regulatorio es el más avanzado del mundo, pero hace falta una aplicación más estricta del mismo.

Agua, agricultura y medio ambiente. ¿Cómo se cuadra el círculo?

En la mayoría de los casos no se puede cuadrar, pues los usos y las funciones y servicios eco-sistémicos rara vez se pueden armonizar. Es un caso de permanente estado de competencia de fines. Somos partidarios de intentar mejorar paso a paso, haciendo más compatibles todas las funciones y usos del agua de manera gradual, intentando buscar consensos. Evidentemente, hay estrategias, como una mayor depuración y regeneración del agua y posiblemente la desalación, que amplían la frontera de posibilidades. También sostenemos que el agua se gestiona en tiempos de abundancia y de escasez, y el mejor reparto varía en cada situación. Esa flexibilidad es clave y abre opciones para mantener la actividad agrícola de regadío con razonables perspectivas. Y no olvidemos el papel de los ingenieros agrónomos a la hora elegir el mejor manejo del cultivo, tecnología de riego y manejo de los recursos. Esto ha sido fundamental para que en España el uso del agua agrícola se haya mantenido constante o ligeramente a la baja mientras que el valor de las cosechas ha aumentado.

¿Qué calificación otorga al estado general de los ríos españoles? ¿Son preocupantes las alteraciones hidromorfológicas y la calidad de sus aguas?
Aunque parezca llamativo, España no es de los peores países de la Unión Europea. Las partes altas, de cabecera, de la inmensa mayoría de las cuencas españolas están en buen estado. Pero en los cursos medios y bajos el estado ecológico es malo, fruto efectivamente de alteraciones hidromorfológicas y el deterioro de la calidad. Pero no olvidemos que el agua es un recurso renovable, casi siempre se puede mejorar y ese flujo de aguas en buen estado puede extenderse. Por ejemplo, si las depuradoras de Madrid depuraran más, el agua en Aranjuez, Toledo o Talavera de la Reina, e incluso en Lisboa, tendría mejor calidad.


La región mediterránea será previsiblemente una de las más afectadas del planeta por el cambio climático, con la consiguiente reducción de las precipitaciones.

No está claro que disminuirán las precipitaciones, los modelos proyectan escenarios contradictorios, pero habrá menos agua simplemente porque el calentamiento aumenta la evaporación y la evapotranspiración de la vegetación silvestre o de las especies cultivadas. Solo por eso circulará menos agua en los ríos y habrá menor recarga de acuíferos. Y si, además, los sucesos extremos aumentan en frecuencia y severidad, sobre lo que hay poca discusión, la gestión del agua en la región mediterránea será cada vez más compleja.



Planta depuradora de aguas.

¿Los agricultores de determinadas zonas deberían plantearse reemplazar los cultivos de regadío por otros de secano?

Un agricultor que puede regar siempre regará. Es de cajón: cuanto más se controlan las condiciones de manejo de un cultivo, mayor es la eficiencia de todos los factores y la productividad por euro invertido. En consecuencia, el cambio de regadío a secano solo puede ocurrir con la aplicación de la legislación. Vuelvo a un comentario anterior: la gestión del agua debe ser flexible y adaptada a las condiciones imperantes en cada momento; y hay situaciones en las que, con menos agua disponible para riego, a los agricultores no les queda más remedio que regar menos o sembrar menos superficie de cultivos en regadío. En determinadas situaciones, será necesario disminuir la superficie regada, pero creo que es mejor agotar y llevar al extremo las opciones que permite flexibilizar el manejo y gestión del agua y adaptarlo a cada situación, incorporando siempre más tecnología, tratamiento y depuración y desalación en las zonas costeras.

Los trasvases entre cuencas hidrográficas son siempre causa de tensiones políticas y sociales.
Aquí y en todo el mundo. Es lógico que en las zonas cedentes u originarias de los trasvases la sociedad se haga preguntas y los políticos agarren estos argumentos y agravios. Sin embargo, hay trasvases en todo el mundo: California y suroeste de EEUU, Australia, Turquía, Francia, China…  Ahora mismo hay una polémica sobre un posible trasvase de 5 hectómetros cúbicos al año desde el pantano del Ebro en Cantabria hacia Santander. Recordemos que en el Ebro hay 8 trasvases y el que abastece al Gran Bilbao contempla un máximo de 150 hectómetros cúbicos anual; por tanto, esta polémica del trasvase a Santander me parece desencajada. Está claro que la era de los grandes trasvases es parte del pasado en casi todo el mundo, especialmente porque la desalación se ha abaratado muchísimo.

¿Cuál es el margen de mejora de las infraestructuras relacionadas con el agua?
Enorme. E insisto en el tema de depuración, tratamiento y regeneración de aguas residuales. España, dicen, necesita 20.000 millones de euros en este apartado. Hay poblaciones pequeñas, muchas, que no depuran sus aguas y en ciudades grandes, como Madrid, el nivel es insuficiente.

Al margen de la agricultura, ¿cuáles son los desafíos asociados al agua que plantean los núcleos urbanos? ¿Y los sectores turístico e industrial?
Depuración, tratamiento, regeneración y reutilización. Y, más en concreto, uso y gestión de las [aguas] pluviales, los pavimentos, las instalaciones con doble circuitos en las casas, la jardinería… Hay muchísimo por hacer.



Esta entrevista forma parte del número de febrero de 'Savia', el boletín de la ETSIAAB.