Universidad Politécnica de Madrid Universidad Politécnica de Madrid

Escuela Técnica Superior de Ingeniería
Agronómica, Alimentaria y de Biosistemas

El reto de la integración de la Inteligencia Artificial (IA) en los estudios de Agronomía

El profesor de la ETSIAAB Daniel Palmero aborda en este artículo cómo la IA puede enriquecer el aprendizaje y la enseñanza.

 

 

07-02-2024

Por DANIEL PALMERO LLAMAS*

La aparición de la inteligencia artificial (IA) ha puesto a disposición de la sociedad una herramienta transformadora de inmenso potencial, pero que a su vez genera cierto recelo en la comunidad universitaria. La adopción de la IA en la educación universitaria invita a una reflexión serena sobre cómo podemos incorporar estas tecnologías de manera que refuercen las posibilidades de mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje, pero sin perder el espíritu crítico del estudiantado.

No se trata por tanto de una mera cuestión de eficiencia operativa; es una oportunidad para repensar la pedagogía, y preparar a los estudiantes para un futuro intrínsecamente vinculado con la tecnología digital.

En el particular caso de los estudios relacionados con la agronomía la base científico técnica es fundamental, los conocimientos adquiridos durante el estudio del grado para poder diseñar, dirigir y gestionar proyectos de ingeniería en el ámbito de la producción agrícola, ganadera o de jardinería y paisajismo con criterios de rentabilidad económica, social y ambiental son indispensables para abordar con garantías la etapa laboral. Sin embargo, la adopción de la IA no debe ser ignorada. Ignorarla sería cerrar los ojos ante una ola de cambio que ya está moldeando el panorama educativo y quizá en un tiempo no muy lejano, el laboral. Prohibirla además de ser impracticable, podría restringir la adaptabilidad necesaria en el ámbito académico. Por el contrario, debemos abordar la integración de la IA con un enfoque correcto que incluya por supuesto modelar su uso.

Imagen generada con ChatGTP para ilustrar este artículo.

 

Modelar un uso adecuado de la IA significa ser transparentes sobre las estrategias de uso, pero con vocación de aprendizaje continuo. En la práctica, esto puede verse reflejado en la integración de plataformas de IA en el aula para personalizar el aprendizaje, la capacidad del alumnado de identificar fuentes fiables para validar los resultados o en la utilización de herramientas analíticas para mejorar la retroalimentación educativa. Los profesores deben ser pioneros en el uso de la IA, explorando nuevas metodologías didácticas y adaptando su enseñanza a las capacidades que estas tecnologías ofrecen. En este sentido ya se están dando los primeros pasos y hay actualmente en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica, Alimentaria y de Biosistemas (ETSIAAB) diferentes ‘Proyectos de Innovación Educativa’ (PIE) que integran la IA en la investigación o la docencia.

Sin entrar en este artículo en los aspectos éticos que comporta la adopción de la IA, creo que la clave está en percibir la IA como una herramienta que enriquezca la calidad y la profundidad del aprendizaje de nuestros alumnos. Invito a los docentes a realizar una reflexión crítica sobre los desafíos y oportunidades que la IA presenta en cada una de sus asignaturas, para garantizar que estas herramientas sirvan como complementos y no como sustitutos de las habilidades críticas y analíticas que son el núcleo de nuestra enseñanza, reconociendo la importancia de una integración cuidadosa que respete tanto los valores académicos como las necesidades prácticas de la universidad moderna.

 

*Daniel Palmero Llamas es profesor titular del departamento de Producción Agraria de la ETSIAAB y coordinador del grado en Ingeniería Agrícola.

 

Este artículo fue publicado anteriormente en el número de ‘Savia’ de febrero.