Universidad Politécnica de Madrid Universidad Politécnica de Madrid

Escuela Técnica Superior de Ingeniería
Agronómica, Alimentaria y de Biosistemas

"La apuesta de China por el olivo beneficia a los olivicultores españoles"

El doctorando Antonio Hueso ha viajado con una beca al país asiático, que está impulsando un ambicioso plan de expansión del olivar.


19-6-2019

No dudó a la hora de elegir la carrera universitaria. Antonio Hueso asegura que siempre tuvo claro lo que deseaba estudiar. En Jaén, su provincia natal, el olivar domina el paisaje agrícola; y este cultivo fue también el objeto de su trabajo fin de carrera. Obtuvo el título de ingeniero técnico agrícola por la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) en 2012. Tras cursar un Máster en Olivicultura y Elaiotecnica, volvió en 2015 para matricularse en el programa de Doctorado en Tecnología Agroambiental para una Agricultura Sostenible que imparte la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica, Alimentaria y de Biosistemas (ETSIAAB). Su tesis, dirigida por la profesora María Gómez del Campo, versará sobre la respuesta del olivar superintensivo a la aplicación de riego deficitario durante la primavera.

Hueso compagina la investigación doctoral con el trabajo en diferentes proyectos relacionados con el olivo que desarrolla el Departamento de Producción Agraria, incluso ha impartido prácticas de la asignatura de Olivicultura. “Me gusta mucho enseñar esa materia”, reconoce, aunque duda al responder si imagina un futuro como docente. Recientemente ha vuelto de una estancia de tres meses en China, adonde viajó gracias a una de las becas Erasmus+ que concede la UPM para estudios en países no europeos. No era su primera visita al gigante asiático, que está impulsando un ambicioso plan de expansión del olivar. Estuvo el curso pasado al obtener la misma ayuda y también en 2016, aunque entonces el viaje fue de dos semanas, en las que intervino en varias conferencias organizadas por la Universidad Forestal de Pekín. Destaca de China, que ya considera su “segunda casa”, la hospitalidad de la gente.



Selfi de Antonio Hueso durante una práctica de poda con universitarios chinos.


¿Cuál ha sido tu labor en el último viaje?

Fui entre enero y marzo, unas fechas en que el olivo, al igual que ocurre en España, está en parada vegetativa. Es una época en que no se pueden hacer ensayos ni medir el crecimiento vegetativo. Entonces, mi tarea allí fue casi toda de cooperación: enseñarles cómo se maneja el árbol, lo que deben hacer para mejorar, pues el cultivo del olivo en China es muy reciente y el clima un poco complicado. Visité cuatro provincias en las que realicé una labor básicamente docente, dando conferencias sobre variedades, riego, fertilización, poda y enfermedades; también algo del proceso de elaboración del aceite. Tanto a investigadores universitarios como, la mayoría de las veces, a los propios agricultores. Efectuamos también varias prácticas de poda, además de catas de aceite.


China planea la plantación de millones de olivos.

Sí, el plan es plantar más superficie, pero la realidad es otra. Hay zonas en que el cultivo sí se da bien, pero estamos hablando de zonas muy muy reducidas. La provincia de Longnan, en el centro del país, es donde vi el mejor olivar, ese sí se asemeja al que puedes ver en España. Pero en el resto de las zonas que visité el cultivo no se da bien porque su clima es muy húmedo. El olivo requiere un clima mediterráneo, el exceso de humedad no le va bien al árbol.

Entonces, ¿la apuesta china no supone una amenaza para los olivicultores españoles?

Al contrario. No es una amenaza, sino un beneficio porque hace que se conozca el producto en el país, y eso aumenta la importación. Ellos no van a tener una producción suficiente para su propio mercado; es imposible, al menos a día de hoy y por lo que yo he visto. Cuando conocen el aceite de oliva, aprecian muchísimo el producto; no solo para la alimentación, también como artículo cosmético. En alguna de las catas que realizamos, después de probar el aceite, se lo echaban por las manos y la cara. Le ven muchísimas propiedades en comparación con sus aceites vegetales tradicionales, algunos de ellos nada saludables, pues se elaboran mediante procesos químicos, en vez de físicos o mecánicos como ocurre con el aceite de oliva.

 

Esta entrevista forma parte del número de junio de 'Savia', el boletín de la ETSIAAB.