Universidad Politécnica de Madrid Universidad Politécnica de Madrid

Escuela Técnica Superior de Ingeniería
Agronómica, Alimentaria y de Biosistemas

‘Gran Depresión, Pactos de la Moncloa, obra civil y empleo’

Jaime Lamo de Espinosa, presidente del consejo asesor de la ETSIAAB, sostiene que “hay que soldar la economía que se nos va” a causa de la pandemia del coronavirus “con la desconocida que nos llega”.


21-04-2020

Jaime Lamo de Espinosa
, presidente del consejo asesor de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica, Alimentaria y de Biosistemas (ETSIAAB), ha publicado una tribuna en el diario El Economista en la que se muestra convencido de que tras la pandemia del coronavirus “vendrá una economía nueva que está naciendo, muy diferente”. “Pero hay que soldar la economía que se nos va con la desconocida que nos llega”, señala en el artículo, titulado Gran Depresión, Pactos de la Moncloa, obra civil y empleo.



Lamo de Espinosa, que participó en 1978 como adjunto del vicepresidente Alberto Abril en la elaboración de los “tan venerados ahora” Pactos de la Moncloa, juzga que la situación económica actual es más grave que la que afrontaba España al comienzo de la Transición. No obstante, sostiene que algunas de las medidas económicas acordadas entonces son válidas para la presenta crisis. Así, tras reclamar que el Gobierno sea  “ejemplar en los gastos consuntivos del Estado -incluidas Autonomías, todas- de modo estricto”, propone “incrementar los gatos de inversión en un 30%, al menos”.

En el artículo, que firma como presidente de la Asociación Nacional de Constructores Independientes (ANCI), Lamo de Espinosa afirma que “terminar con el desempleo creciente fruto del coronavirus y la paralización de sectores completos requiere de políticas decididas de empleo y entre ellas destaca la obra civil”. Advierte que muchas empresas de este sector, “si no se ponen los medios” para que puedan mantener sus flujos de caja, “solo podrán defenderse mediante concurso, abocadas en muchos casos a la liquidación”.

 

Artículo completo en ‘El Economista’.